Decía Aristóteles que el amigo de la sabiduría es también amigo de los mitos. Los cuentos infantiles, mitos, leyendas, fábulas y en general las narraciones de todo tipo no nos enseñan cómo es el mundo a la manera de un reportaje periodístico o un estudio científico, pero sí cómo lo percibimos y, sobre todo, cómo manejarnos en él. Naturalmente lo importante de todas estas historias es que sean divertidas y nos dejen con la boca abierta durante un rato, lo que ocurre es que algunas además nos proporcionan modelos de comportamiento y nos ayudan con su ejemplo a comprender esta vida tan enrevesada.