Cuando Martin Scorsese (Nueva York, 1942) declaró en una entrevista para Empire que las producciones de Marvel no eran cine, equiparándolas en su lugar con parques de atracciones, hubo mucha gente que se llevó las manos a la cabeza. Un mes más tarde, el hombre aclaró con más detalle su posición pero no se bajó del carro. En su opinión aquellos divertimentos de capas y superpoderes carecían de «revelaciones, misterio o peligro emocional genuino. No tienen riesgo alguno». Ese tipo de películas no eran lo que él consideraba cine.