Todavía se creía en «órdenes sociales» al estilo de «mujer en la casa, hombre en el trabajo», limitando la utilidad de la mujer a tareas exclusivamente hogareñas, o reforzando la visión de «sexo débil». Por otro lado, algunas marcas no dudaban en utilizar niños para promocionar productos destinados a adultos, y en los casos más antiguos expresan racismo puro, con afroamericanos equivalentes a «gente sucia». Si buscas ejemplos, tu recorrido comienza aquí.