Cuatro acordes, cuatro miembros con cuatro pelucones negros, cuatro chupas de cuero y cuatro vaqueros desgastados y un total de cero canciones que durasen cuatro minutos. Con esas icónicas armas se plantaron cuatro chavales de Queens un 16 de agosto en el famoso local CBGB de Nueva York. Esos chavales eran los Ramones (sí, es imposible llamarlos Ramones a secas, o añadirles un «The») y hoy les recordamos repasando sus mejores canciones. Porque vaya canciones tenían, amigos.